Es increíble como pasa el tiempo, cinco años han pasado ya de aquel tormento. No me siento las piernas cuando leo aquello que escribí, aquellas palabras tan tristes, que ninguna persona debería sentir.

Es increíble, como pasa el tiempo, recordar aquellos momentos, pensar en porqué caí allí, pensar en qué hice para acabar así.

Gracias a algo o alguien, que me recordó que la vida es bonita mientras tú crees que lo es. Que las tristezas se las lleva el viento y las alegrías se quedan dentro, o algo así.

Es increíble como pasa el tiempo, ya ni siquiera llego a recordar aquel desaliento. Suerte de mi que ha pasado el tiempo y suerte de aquella chica que se quedó aquí.

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continuació d'un dia 12 de febrer de 2008

Creus que tot està arreglat, que tot s'ha solucionat, que ja pots ser feliç, però, de sobte te'n adones de que no mereix la pena.

Ets una autèntica inútil, que no te forces ni per mirar al seu darrera i, afrontar que tots aquells moments que no van ser bonics, estan allà, mirant-te esperant a que els hi afrontis cara d'una puta vegada.

però no pots, perquè per molt forta que et sentis, no tens ni el valor de confessar que ho passes malament cada dia, que plores a cada minut, que no aguantes la vida, i que ella no t'aguanta a tu. Pot ser no heu nascut per ser amigues, pot ser t'està retant, i tampoc tens força per això, i et sents ridícula, dèbil, sense força, abatuda, caiguda i desfeta.

I qui menys tu esperaves et surt amb que ets una superficial. Doncs sí!collons! superficial i egoista, per què només penso en mi, per què estic cansada de tot. Per què no deixo de ser la nena malcriada d'aquesta tarda que plora quan li cau la nina al terra. Però ja tant se val tot... cauré algun dia... i ningú se'n adonarà... i deixaràs d'existir... per què soc d'aquelles persones que pensen que deixem d'existir, quan l'última persona que pensava en nosaltres ja no ho fa... i al principi hi pensaran... i serà la noticia... però sé que només dues persones mai m'oblidarien, i qui sap, pot ser soc tan covard de fer-ho per aquells dos...

12 de febrero de 2008

Miras por la ventana.. observas a la gente pasar.. te hace gracia ese de colorines, y aquellos niños que juegan en el parque, aquella madre que pasa corriendo a recoger a su hija y ese hombre que nunca sabes en que piensa ni qué hace ni a dónde va...

Y piensas en él, cierras la ventana, porque hoy hace frío y parece que empezará a llover en seguida... y piensas en esa persona... y te viene a la mente esa otra que te tiene pensando en él todo el día... a todas horas... y sonríes, porque te sientes estúpida, y vuelves a sonreír, porque te vuelves a sentir estúpida al sonreír por eso, y de pronto paras ese cúmulo de sensaciones y piensas... "que tonta soy".

Pero al fin y al cabo... te hace gracia, te sientes como esa niña que corre detrás de su madre con su muñeca inseparable en un brazo y el bocadillo de la merienda en el otro, mientras intenta recoger el zumo que se le ha caído del suelo, y de pronto se gira la madre, con tanta paciencia y una sonrisa impecable, recoge el zumo, le aguanta la muñeca, la coje de la mano, y se la lleva caminando y hablando con ella sobre lo que ha hecho hoy... y te sientes afortunada de ser como esa niña...

Luego piensas que ella no tiene problemas, y que yo sí, pero te vuelves a reír, porque en el fondo continúas siendo aquella niñita, que llora por todo lo que le ocurre a ella, sin pensar en que quizá su madre tenga demasiadas cosas como para preocuparse por cogerle el zumo y la muñeca. Pero así son las madres, o algunas, comprensivas y amables, dispuestas a ofrecer una sonrisa aún cuando no la hay...

No sé a qué viene esto, supongo que hoy estoy contenta, porque últimamente me estoy quitando un poco de estrés de encima... o quién sabe, quizá la barita mágica que me rozó ayer, allá hecho algo!

11 de febrero de 2008

Los días pasan como experiencias nuevas, que vuelan siguiendo al tiempo, no te das cuenta, y pasan y pasan, y de pronto caes en la cuenta, de que están pasando los años a tu alrededor sin ni siquiera notarlo, y decides empezar a mirar hacia arriba...

pero no sabes porqué, ya es demasiado tarde, y cada vez son más las cosas que te impiden que lo hagas, cada vez hay más problemas, cada vez te envuelves más en tus sentimientos. hasta que acabas por sentirte inútil, te ves ahí, inerte ante situaciones que te ocurren, ante preocupaciones desfasadas. pero ya todo te da igual, no piensas, ni caminas, ni sonríes si quiera, tan sólo crees que algún día alguien llegará para levantarte. pero los días pasan y ese alguien ni llega ni piensa llegar... por que ese alguien no existe...

y te pasas la vida esperando, hasta que cierto día te sale esa típica expresión incrédula de "coño! yo puedo!" y descubres, que quizás sé que puedes, quizá simplemente debas mover tu barita mágica y pensar en todo lo que has hecho, y decidir qué quieres cambiar, con qué te quedas y con qué no, cómo te sientes, cómo quieres pensar y en qué quieres creer.

así que coges tu barita mágica, le das con un suave movimiento a tu cabeza y pronunciando unas palabras inteligibles, cierras este texto y empiezas a querer cambiar... y quién sabe! quizá mañana ya no escriba tonterías absurdas, sino preocupaciones responsables de tu vida, que intentan hacer lo posible por solucionarse. y es entonces cuando te das cuenta de que aquella barita mágica era aquel alguien, y que aquel alguien, eras únicamente tú.

10 de febrero de 2008

Siempre he creído que soñar era bonito, maravilloso, una experiencia más... luego pensé que quizá mejor lo dejaba para luego, después que no merecía la pena, más tarde lo rechacé y finalmente decidí darle una última oportunidad a soñar...

quizá ahora no me sienta en una mejor época, o quizá ya no sueñe con lo mismo que soñaba antes... quizá sea el amor este tonto que envuelve a la gente de mi edad o tal vez, cada día pierda más la ilusión de aquello por lo que luché en su momento...

pero lo cierto es que, cuando pienso en todo lo ocurrido en estos frágiles 17 años, y pienso que son tan pocos... no quiero ni pensar que será de mi de aquí otros 17, o otros 32... prefiero no pensar, prefiero no soñar, prefiero caer, prefiero no levantarme, deseo y ansío desaparecer.

aún así siempre quedan esas personas que sé que me quieren, y que cuando no tengo fuerzas están allí para levantarme, y gracias a ellas, consigo ponerme en pie cada día, gracias a esas personas, consigo mirar hacia adelante, aunque noto como me pesan los párpados, noto como quieren cerrarse, como desean no abrirse, como quieren descansar... y es entonces cuando por más que intento decirme que puedo, no es así...

en fin... no sé porque he empezado a escribir, ni tampoco sé que intento hacer con esto, quizá prefiera no saberlo, y dejar que se quede aquí como un simple diario... o en realidad necesite sentirme escuchada... aunque ya no queden ni fuerzas para ello...